lunes, 13 de enero de 2014

El canto del Cuco. Robert Galbraith

Las novelas negras tienen su encanto, sobre todo si son británicas, tienen un saborcito al lector muy muy especial. 

Tenía altas expectativas de leer la obra de Robert Galbraith (si, así le diré y no por el verdadero nombre que ya todo mundo sabe), pues las novelas negras y más si es policíaca, me tienen ya como fan; pues mi goce por ésta me hace desde fruncir el ceño, un levantamiento de ceja hasta la carcajada sonora.

Cormoran Strike es un detective privado, no se puede decir que veterano de guerra, pues no tiene la edad para serlo, pues un joven que tuvo la desgracia de perder una pierna en el frente, curiosamente, él no es soldado como tal, sino investigador  militar. Con la desgracia de su pierna y siendo hijo de una madre grupi (si, con todo lo que conlleva) y de un icono del rock de los 60’s. Cormoran se enfrenta a un futuro negro, pues clientes solo tiene uno y su prometida no parece tener mucho aprecio a restituir su relación amoroso,  limitado en dinero Cormoran tiene que vivir en su oficina.

Hasta que parece que la suerte le cambia, pues una súper modelo Lula Landry, unos meses atrás se había suicidado arrojándose por la ventana de su departamento, su cuerpo yacía en la nieve; suicidio, o al menos eso fue lo que el reporte policíaco arrojó como resultado de sus investigaciones. ¿Suicidio? Una chica bella, talentosa, joven y millonaria no podía ser el prototipo de una suicida, máxime que no se encontró la clásica nota de despedida.

Bajo esos argumentos el hermano de Lula, John Bristow contrata a Cormoran para investigar a fondo el caso de Lula, Cormoran tendrá que sumergirse en el mundo de las frivolidad de las súper modelos (gracias a Galbraith  no es tema principal, solo el entorno), los famosos de ambos lados del charco, diseñadores caprichosos y cineastas ególatras. El entorno es Londres a detalle, caminatas cortas, largas, el metro; pubs y cafeterías, lugares de lujo y otros quizá no tanto.

Por fortuna, Cormoran cuenta con el apoyo de su asistente. Una joven recién comprometida que le gusta eso de la investigación, Robin, cuya tarea es ser su asistente temporal, pero tan eficiente resulta que es de gran apoyo para la investigación del caso Landry.

Si bien Cormoran no es del talento similar a un Sherlock Holmes, es un investigador  inteligente, brillante, que aplica las experiencias de su vida atormentada en función del caso que tiene, con su personalidad de toro y su carácter afable, se puede ganar muchos adeptos  y quizá entrar en las ligas mayores de los investigadores.

Espero que Cormoran y Robin, tengan más aventuras futuras.




El canto del Cuco, Robert Galbraith, Ed. Planeta, 2013


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