jueves, 21 de noviembre de 2013

El Último Pasajero

Cuando se busca algo novedoso que leer, se encuentra con muchas opciones, me gustan los textos de suspenso (trhiller), género que en el cine se está volviendo un poco trillado a mi gusto, pocas son las películas que mantienen a una al filo de la butaca o que no son previsibles.

En la literatura llega a ocurrir lo mismo, salvo contadas excepciones, como esta de Manel Loureiro, comprendo que no es su primer obra de suspenso, que ha publicado algunas otras las cuales estoy dispuesta a leer. 

Un texto que curiosamente no está cargado de españolismos (vale, joder, vosotros...) y fácil de seguir. Una trama que merece poner atención ya que combina realidades alternas, presente, pasado, fusionadas en puntos específicos como una espiral.

Bien dice en el texto no se trata de un barco fantasma, sino de un barco sin alma, que es muy diferente. El inicio definitivamente nos atrapa, pero como todo buen libro tendrá sus lagunas, al adentrarnos en la psique de los personajes, de dejar bien claro el entorno en que se desarrolla la trama. Si bien en algunos pasajes sentía que leía el guión de Ghost Ship, me tuve que sacar las ideas preconcebidas para disfrutarlo.

¿Por qué un niño es el único sobreviviente en un barco abandonado? ¿cómo un barco de lujo puede llegar a convertirse en maldito? Guerra Mundial, el Reich, sentimientos antisemitas, magia negra, amor, erotismo ... se combinan para darnos una historia llena de suspenso. La heroína Kate Kirloy,  una periodista española casada con un norteamericano y que vive en Londres (un mundo globalizado) es el eslabón para terminar con el ciclo de maldad, no solo es su capacidad de amar, sino sus ansias de amar las que le darán las armas para cumplir su cometido.

Quizá sea un cliché de que el bien y el amor vencen al mal, pero no termina de la manera en que el lector pueda llegar a sospechar.  En escala del 1 al 5, le otorgo un 4



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